Escuchemos a nuestros mayores

Ayer tarde mientras paseaba por mi ciudad me percaté de la existencia de un nuevo “Centro de Mayores de Día”  y me hizo pensar que últimamente habían proliferado considerablemente.

A través de los cristales se dejaba entrever a un grupo de mayores sentados alrededor de una mesa, unos escribiendo, otros hablando y otros simplemente con la mirada perdida sin hacer nada. 

En ese momento, y sin saber por qué, me invadió una profunda tristeza y empecé a pensar en el lugar que ocupaban nuestros ancianos en la actualidad.

Antiguamente en las familias vivían varias generaciones juntas, bisabuelos, abuelos, tíos, padres, hermanos y nietos. El de mayor edad ocupaba un lugar privilegiado, se consideraba el más sabio y sus opiniones y consejos eran muy estimados por todos. Incluso a veces hacían de mediadores en los pequeños problemas diarios que pudieran surgir.

¿Qué ha pasado en la actualidad con nuestros mayores? ¿Los tenemos en cuenta para las grandes y pequeñas decisiones que tomamos diariamente?

Me surgen interrogantes  y me inquieta pensar que no sepamos  valorar en un futuro próximo una buena historia contada con la tranquilidad, ternura y experiencia  con que lo hacen nuestros mayores.

Yo personalmente tengo un buen recuerdo de mi abuela, sentada en su sofá, ganchillando y hablándonos de las cosas que hacía cuando era joven, como se vivía, cuales habían sido sus experiencias a lo largo de su vida. Me encantaba ver como sonreía, como se movía.

Quizá pronto nuestros ancianos no tengan más remedio que enviarnos un correo electrónico o un whatsapp para poder ser escuchados.

Yo cuando sea viejita quiero poder tener el privilegio de contarles cara a cara a mis nietos que cuando era joven tenía un blog… y quizá me pregunten… ¿Qué es eso abuelita? o quizá me digan...¡eso ya no se lleva!...

Los Kilitos de Navidad: El menú para la 2ª semana.

Como habíamos hablado la semana pasada, estoy en plena campaña de preparativos navideños, ¡No quiero que me coja el toro después! En estos días ya hemos escrito la carta a los reyes magos y la hemos echado al correo para que llegue a tiempo.

Siempre cuando empieza diciembre estoy llena de buenísimas intenciones e incluso hago un plan para que no se me olvide nada; tal día voy a hacer las compras de los regalos de navidad, la semana del puente montamos el árbol y el belén, los fines de semana que haga malo haremos manualidades con los niños para que se las regalen a tíos y abuelos, pero… ¿qué es lo que al final pasa? Pues que el árbol lo montamos el día 24 de diciembre, a la vez que hacemos la cena de navidad y mientras mi marido compra los últimos regalos que nos faltan.

En fin… hay personas que hemos nacido con el don de la improvisación, ¿Qué es planificación? ¿Para qué sirve? A mi eso no me lo enseñaron cuando era pequeña, o ese día falté a clase…no lo sé. ¿Qué ha fallado? Me pregunto.  :-))

Con todo esto simplemente quiero haceros llegar el menú que voy a preparar esta segunda semana pre- navidad!!!!

Menú para la segunda semana:

El desayuno, media mañana y merienda lo mantengo.

Día 1: Para la comida una ensalada de lechuga con tomate y vinagreta de alcaparras. Paella de arroz integral con verduras y pescado. Gelatina o fruta. El arroz integral tarda un poquito más en hacerse que el normal.

De cena una sopa de verduras y huevo cocido con patata, calabacín  y albahaca fresca.

Día 2: Endibias rellenas con guacamole, o endibias aliñadas con aceite de oliva, ajo y pimentón dulce. Esto como prefiráis, lo segundo está riquísimo y es mucho más rápido de preparar. De segundo, pavo a la plancha con salteado de verduras. Unas Uvas que son muy depurativas.

De cena Coles de bruselas con salsa de tomate y arroz salvaje, acompañada de una hamburguesa de soja a la plancha. Unas mandarinas.

Día 3: Melón con jamón: Esto me lo voy a pensar porque parece que ahora en invierno no me apetece mucho el melón!!!. Rodaballo a la plancha con ensalada de algas o verduras de hoja ancha. Las algas las hay en muchos supermercados deshidratadas. Como las hay de muchos tipos, he ido probando, y la verdad por ahora no he encontrado una variedad que realmente me guste.

De cena tomaré una crema de judías verdes con cebolla, patata, puerro, caldo y pimentón. Como durante este mes tomaremos muchos días cremas de verduras podemos hacer más cantidad y congelarla.

Día 4: Lentejas con zanahoria, cebolla, puerro y calabaza. Pollo guisado al vino blanco. Un yogur desnatado.

De cena una menestra de verduras y jurelitos a la plancha y un Kiwi.

Día 5: Patatas asadas al pesto( albahaca, ajo, piñones, queso parmesano y aceite de olvia) ¡muy ricas! Lomo de salmón asado. Este es el menú que más me gusta de toda la semana. Unas mandarinas.

De cena una sopa de acelgas, puerro y zanahoras con fideos. Huevo a la plancha sobre un lecho de berenjena y tomates en rodajas también a la plancha. Un Yogur desnatado.

Espero que os guste.

¡Hasta la próxima!

Mis básicos

Hay muchas cosas que me gustan y hay unas cuantas  que “me apasionan”, una de ellas es todo lo relacionado con la estética, tratamientos de belleza, nuevos cosméticos, aparatos que nos ayudan a mejorar nuestra figura… me puedo pasar horas delante del ordenador, buscando novedades sobre este tema  e incluso estudiando las propiedades que muchos productos naturales nos brindan, como los aceites esenciales, la manteca de Karité, esos remedios de la abuela que tanto nos gustan. Siempre me he decantado por productos que no contienen parabenos y de marcas que no realizan pruebas con animales, aunque he de reconocer que en ocasiones me cuesta detectar aquellas marcas que cumplen estos requisitos. 

Hace tiempo, en una de mis búsquedas apasionadas, descubrí un blog que me encanta,  y del que me he hecho seguidora,  creado por Gema Herrerías, farmacéutica especialista en dermofarmacia.

Son muchos  los consejos que diariamente da a todas sus seguidoras,  por lo que me animé  a preguntarle sobre algún tratamiento específico para mi.

Tengo que decir que después de un mes de haberme aplicado algunos de los productos que me recomendó, estoy encantada con el resultado!!!

Para la limpieza diaria facial estoy usando agua micelar Sensibio H2O de Bioderma,  me gusta porque hace de limpiador y tónico en un solo gesto. Es sencillo y me deja en el rostro fresco y relajado. Lo encargué en una farmacia cercana a donde vivo, porque no lo había.

Luego aplico el Serum 10 de Vichy, todo un descubrimiento, me deja el rostro vitaminado y se absorbe rápidamente. Es un cosmético de última generación y casi me costó encontrarlo. Al final lo compré en la sección de parafarmacia del Corte Inglés, tienen de casi todo…

Lo siguiente es el contorno de ojos, también de Vichy LIFTACTIV RETINOL HA. Lo pongo en mayúsculas porque su nombre lo vale. Me ha encantado y el resultado es lo mejor de todo. Mi desilusión ha sido que en un mes se me ha acabado y sin avisar!!!!

Después una cremita de día, emulsión para el rostro Essentielles de Vichy con polifelones de rosa para pieles normales y mixtas, aunque también la hay para cutis secos.

Como me gusta estar guapa me maquillo a diario y por recomendación de Gema estoy utilizando el maquillaje Toleriane Teint fluido de La Roche Posay que tiene un FPS 25, ¡genial para el invierno! Es muy cubriente y no deja brillos, se mantiene inalterable durante horas. Os aconsejo que lo probéis. También lo hay en compacto.

Por la noche vuelvo a realizar todo el proceso y además, durante este mes, me he aplicado las ampollas Tensage de Endocare. Vienen en un estuche de 10 ampollas, cada una la podemos utilizar durante tres días. Sólo lo aplico por la noche porque me queda la piel brillante, pero me gusta porque son reafirmantes y altamente hidratantes.

A continuación os dejo la dirección del  blog de Gema Herrerías, por si estáis interesados en conocer más a fondo estos productos de los que os he hablado: http://a5farmacia.blogspot.com/

 

 

Día internacional contra la violencia de género

“Al exhalar su último suspiro vio pasar su vida por delante. Un flash de mil imágenes que surgieron de su mente y le hicieron comprender que debería haberse enfrentado a él  hace mucho tiempo. Pero ya era tarde y sólo pudo sentir el cuerpecito de su hijo de apenas dos años acurrucándose junto a ella y buscando su calor. Un calor que ya no tendría porque su madre estaba muerta. Había sufrido y callado mil veces. Se le había ido desgarrando el alma poco a poco, hasta que ya no pudo sentir más, hasta que ya no actuaba, no pensaba, simplemente vivía aterrorizada esperando  su sentencia de muerte. Este momento había llegado, su vida se había perdido entre las manos de quien un día llamó… ¿su amado?...

Contra la violencia de género tolerancia cero!!!!!

Los kilitos de la Navidad

En enero son muchos los artículos y dietas milagro que nos entran por los ojos para bajar esos kilitos que hemos cogido durante las navidades, pero  lo cierto es que se trata de una tarea ardua y  mucho  más difícil de lo que parece, aunque hablemos sólo de tres o cuatro kilos. Para que no pasen estas cosas, es mejor empezar a cuidarnos antes, así no tendremos que lamentarnos después.

Recuerdo que hace  años tuve una jefa que me dio un consejo muy bueno y que he seguido desde entonces. A medida  que pasa el tiempo los adultos tendemos por naturaleza, sobre todo las mujeres, a ir cogiendo progresivamente uno  o dos kilitos al año, con lo que después de una década tenemos encima unos cuantos kilos de más. Ella siempre decía: “Un kilo por año; Diez kilos en diez años”. Pues bien, para que esto no suceda os aconsejo que penséis cual es el  peso que consideráis ideal para vosotros. Tiene que ser un peso que vuestro cuerpo pueda mantener sin dietas y sufrimientos continuos de forma natural, y con el que nos encontremos cómodos, comiendo de forma sana y equilibrada. Si no tenemos claro cual es nuestro peso ideal, nuestro dietista nos lo puede indicar, ya que ellos saben calcularlo teniendo en cuenta nuestro índice de masa corporal, estructura ósea, masa muscular … Son los que mejor nos pueden aconsejar y orientar cuando decidimos empezar una dieta.    

Una vez que conocemos este peso pautamos dos o tres kilos por encima y lo tomamos como referencia de peso máximo al que nos permitiremos llegar. Es decir, si mi peso ideal son 50 kg yo establezco que nunca podré pasar de los 52 kg y que cuando me aproxime a esta cifra tengo que preocuparme de cuidarme un poquito más. Yo lo que hago en estos casos es intentar cenar temprano y más ligero.

Por estas fechas, cada  año, consciente de los excesos navideños intento  bajar un par de kilitos que sé que recuperaré durante las navidades. Así, cuando llegue enero y dejemos atrás todas las fiestas, mantendré mi peso ideal  y habré disfrutado plenamente de los sabrosos menús que estas fechas me brindan.  

Existen infinidad de métodos muy buenos de expertos que nos pueden aconsejar si decidimos hacer una dieta, pero después está en nuestras manos mantenernos.

Este es el menú que me he propuesto  seguir en la primera semana. Lo he sacado de la revista Saber Vivir y lo he adaptado a mis necesidades y gustos. Procuraré cenar  temprano, cerca de las ocho de la tarde. A ver si lo consigo…

Mis desayunos son siempre iguales: Un zumo natural, una pieza de fruta y dos tostadas integrales. A media mañana me tomo un cafecito y fruta,  o un par de galletas integrales, o un yogur líquido integral de cereales (los compro en Mercadona) depende de lo que me apetezca. 

Comidas.

Día 1 : Sopa de fideos con calabaza, puerro y una verdura de hoja ancha (acelgas, algas, lechuga…) con un chorrito de aceite de oliva. Cocemos y batimos las verduras, después añadimos los fideos. Pollo o conejo a la plancha con setas o champiñones, especiado con ajo perejil, romero y tomillo. Dos mandarinas.

 Si hacemos suficiente sopa la podemos aprovechar para la cena o hacer un puré de verduritas acompañado por una tortillita de acelgas. 

Día 2: Ensalada de lechuga con aguacate aceite de oliva vinagre y sal. Garbanzos estofados con cebolla, espinacas y pimentón dulce. Una granada.

De cena haremos una cremita de zanahoria y naranja (esta receta aparece en la revista de este mes,  está buenísima) y un pescadito a la plancha. Una fruta, como un kiwi o piña.

Día 3: Macarrones con alcachofas y tomate. Lomo de salmón a la plancha con limón y ensalada de berros. Una fruta.

De cena una sopita de apio, puerros, perejil picado y fideos. Pechuga a la plancha con sofrito de tomate. Si no estoy muy llena me tomaré también un yogur desnatado.

Día 4: Ensalada de Canónigos con tomate, cebolla y maíz con salsa de soja. Pavo guisado al vino tinto con ajo, perejil y champiñones. Una fruta.

De cena un pisto de calabacín con arroz. 

Día 5: Fabes con verduras. Lomo de merluza al vapor con salteado de champiñones, ajo y pimientos. Yogur desnatado con arándanos.

De cena berenjenas con pimiento rojo, coliflor y huevo a la plancha con gambas al ajillo. Una frutita.

Yo no suelo merendar porque como tarde y ceno pronto, pero podéis tomar una tostada, una onza de chocolate negro, unas nueces…

El fin de semana lo que me apetezca, sin excesos y procurando no comer cosas fritas o con mucha grasa. Pienso que haré una paella, carne guisada, o pasta…

Como veis en esta dieta no hay ni patatas fritas, ni pizzas, ni hamburguesas… en fin…

Si estáis interesados os puedo colgar el menú de las siguientes semanas y alguna de las recetas que os propongo.

A disfrutar de una dieta sana y equilibrada!

Recuerdos de mano de Gustavo Adolfo Becquer

Esta tarde mi hija me preguntó si conocía a Gustavo Adolfo Becquer. Sonreí e inmediatamente le dije: ¡Sí! Y me apresuré hacia un rinconcito de la casa en el que tenía guardado como oro en paño un librillo de mi adolescencia titulado “Rimas”. Lo cogí entre mis manos, lo acaricié y empecé a recitar sus poemas de memoria al tiempo que correteaba por el pasillo de la casa.

Inmediatamente el corazón se me salió del pecho y me transportó a aquellos tiempos en los que la razón y el entendimiento se medía única y exclusivamente por las emociones.

Muchas tardes había leído las maravillosas rimas de Becquer y otras muchas las había llorado, soñado y amado, cuan joven entusiasta en espera de que el amor llamara a mi puerta.

Me sentí feliz al recordar la inocencia con la que veía las cosas en aquellos tiempos y la simplicidad de mis preocupaciones. Una soñadora sin tregua que ansiaba sentir una mirada cálida, una caricia, el primer beso…en fin, la esencia del romanticismo.

La madurez no ha conseguido aplacar en ningún momento mi vena soñadora y con los años he aprendido que indudablemente es intrinseco a mi ser y que me encanta ser como soy. La realidad ha superado con creces la ficción y he vivido durante estos años momentos que nunca hubiera imaginado, que forman parte de mis recuerdos y me han hecho soy hoy.

Es por esto que quiero compartir con vosotros esta poesía de Becquer que me encantaba:

Sobre la falda tenía

el libro abierto;

en mi mejilla tocaban

sus rizos negros:

no veíamos las letras

ninguno creo;

mas guardábamos entrambos

hondo silencio.

¿Cuánto duró? Ni aun entonces

puede saberlo;

sólo sé que no se oía

más que el aliento,

que apresurado escapaba

del labio seco.

Sólo sé que nos volvimos

los dos a un tiempo,

y nuestros ojos se hallaron,

y sonó un beso.

Creación de Dante era el libro,

era su Infierno.

Cuando a él bajamos los ojos,

Yo dije trémulo:

-         ¿Comprendes ya que un poema

cabe en un verso?

Y ella respondió encendida:

¡Ya lo comprendo!

No hay palabras…buenísimo.

Elecciones Generales

Mañana es el gran día, y hoy jornada de reflexión. Tengo mucho que pensar,  porque después de la campaña aun no tengo claro que voy a hacer. Como siempre hay pocas opciones, y si tenemos en cuenta la situación actual en la que nos encontramos, mis dudas aumentan.

Nunca he sido muy dada a discusiones políticas, pero sí soy consciente de que las decisiones que tomen aquellas personas que están en el poder nos influyen a todos, ahora y en un futuro. Y sino ¿Cómo es posible que nos encontremos en esta situación?  

Siempre que llega este día tengo la sensación de que mi futuro es incierto y que en cierta medida está en manos de personas que no conozco y que toman decisiones  sin preguntarme.

Parece simple, llegar al colegio y echar mi papeleta en la urna, pero siempre estoy  un poco nerviosa y a la vez me invade un sentimiento de emoción  porque pienso que puedo contribuir a un gran cambio, pero la realidad es que este gran cambio nunca llega. En muchas ocasiones incluso nos defrauda la gestión de aquellos con los que tenemos mayor afinidad,  y no me refiero sólo a los que están, sino también a los que han estado y  a los que estarán. Al final los escándalos se suceden  independientemente del partido de que se trate.

¿Cuál es mi realidad? Pues que llega el gran día y en  la mayoría de las ocasiones no voy a votar.  Luego me invade el remordimiento, un poquito (no penséis que estoy traumatizada), pesando que quizá mi contribución, o la de otras personas como yo, ayudarían a mejorar las cosas.

Conclusión a la que llego, mañana probablemente no votaré y adquiriré un compromiso conmigo misma en el que me comprometeré a ser más partícipe y exigente con los políticos que gobiernan este país. Probablemente pasará el tiempo y casi ni me acordaré de que la política existe… hasta las próximas elecciones.  Sólo espero que la comunidad en la que vivo consiga algo de representación para que desde las altas esferas de Madrid se acuerden de nosotros.

¿Qué os parece como está en la actualidad planteada la política? ¿Os sentís identificados con quienes nos representan? ¿Los programas electorales son claros? ¿Seremos capaces de salir de esta crisis? ¿Cuánto tiempo más podrán aguantar nuestras familias cuyos progenitores se encuentran parados? ¿llegaremos a los 6 millones? ¿Porqué los 3 millones que antes nos parecían una aberración ahora nos parecen pocos?

Cenas de Navidad

Cuando llegan estos días tan cercanos a la navidad, empiezo a percibir a mi alrededor cierto alboroto provocado por la proximidad de estas fechas. Pensamos ya en los preparativos familiares, con quién pasaremos la noche buena o fin de año, los regalos de los niños, las visitas a los amigos… un sinfín de cosillas que hacen incluso que nos “olvidemos” de los pequeños problemas cotidianos. 

Esta mañana de camino al trabajo pensando en mis cosas, a la vez que escuchaba la radio, el locutor dijo: “Lotería de Navidad” y ya se me encendieron por lo menos cuatro bombillitas en mi cabeza que me trasladaron durante los 40 minutos de mi recorrido a un universo de sueños y fantasías cargado de ilusiones. En tres minutos ya había decidido que por lo menos me gastaría 200 euros en lotería, cosa impensable para mi, porque a lo que me limito es a comprar pequeñas participaciones, pero pensé que con semejante gasto, casi tenía asegurado un premio. Ilusa de mi!!!!

En fin, un pensamiento me llevo a otro, y otro pensamiento me llevó a otro muy distinto y así hasta que me percaté de que estaba próxima la Cena de Navidad de Empresa.

Durante toda mi vida laboral, siempre he disfrutado este tipo de acontecimientos, sobre todo por la de cotilleos que se generan entorno a este evento. Los lunes post cena son bestiales, algunos entran por la ofi con la sonrisa en la cara y otros agachando la cabeza. Y me llamaréis cotilla, pero yo creo que es una de las cosas que dan vidilla a nuestras relaciones profesionales y nuestra rutina diaria. Quién no ha entrado por la puerta diciendo, “ Tengo un Cotilleo”…

Pues bien, no siempre las cenas de navidad son lo que parecen, porque en ocasiones no nos apetece asistir, bien porque no nos llevamos con nuestro compañero, porque nuestro jefe es imposible… ¿Qué hacemos entonces en estos casos? Metemos estómago, sonreímos y a ver que pasa, o decimos un “no quiero ir” rotundo sin importarnos lo que piensen los demás…

Llegados a este punto nos empezamos a estresar y surge el típico conflicto interno difícil de resolver.

¿Qué es lo que debemos hacer en estos casos? ¿Es más importante sentirnos bien, o complacer a nuestro jefe? ¿Debemos aguantar a ese compañero que nos está amargando la existencia? Muchas preguntas, quizá sin respuesta...

Cuéntanoslo!

Enchufes en tiempos de crisis...

En estos tiempos de crisis en los que estamos no hay nada mejor que poder echar mano de un buen enchufe, y si es un trifásico muchísimo mejor.

Esta es la conclusión a la que he llegado hoy después de una serie de acontecimientos que me han hecho pasar de un estado de emoción, ilusión y éxtasis, a la depresión profunda en milésimas de segundos.

 Hace años, aunque no demasiados, pensaba que yo nunca querría ser una enchufada, que todo lo conseguiría por méritos propios y que la vida sería justa conmigo si actuaba correctamente, pero con los años me he dado cuenta de que no, de que la vida da muchas vueltas, y de que los enchufes, allá donde estén, hay que aprovecharlos al máximo.

Quizá esta forma de pensar parece muy superficial, pero a la orden del día están comentarios como: "Si conociese a fulanito..." "tengo un amigo que te puede echar una mano"...

Hace días, leyendo un foro sobre este tema, me di cuenta de que había un elevado porcentaje de personas que aseguraban que hoy en día los enchufes ya no funcioban y que las empresas ya no estaban dispuestas a cargar con incompetentes por tiempo indefinido.

Quizá las cosas cambien en un futuro pero hoy en día estoy segura de que si puedes echar mano de un buen enchufe, conseguirás lo que quieres con mayor rapidez y por el camino más corto.

Ensalada de pimientos y calamares

Aunque estamos en invierno, en ocasiones nos apetece igualmente tomar una ensaladita sana y ligera. Os propongo esta de pimientos y calamares, que está buenísima!!!!
Baja en grasa, con pimientos que contienen gran cantidad de vitamina C antioxidante y sabrosísima.. ¿qué más podemos pedir?
1/2 kg de calamares
3 pimientos
Atún
1 cebolleta
Perejil
Alcaparras
Aceitunas negras.
Para el aliño: vinagre balsámico de módena en crema, aceite de oliva, sal, una pizca de avecrem ajo y perejil granulado.
Ponemos a hervir los calamares durante 15 minutos y dejamos enfriar. Asamos los pimientos durante 30 minutos en el horno a 200 de temperatura, más o menos. Quitamos la piel de los pimientos y los cortamos en tiras. Mezclamos todos los ingredientes y aliñamos.

¿Ya la habéis probado?

A comer!!!!

Belén Esteban presenta una línea de cosméticos

Belén Esteban presentó el pasado jueves una nueva línea de cosméticos de la marca Tessa. Cuando he visto la noticia me he quedado asombrada, porque nunca me la hubiese imaginado como la cara de una línea de cosméticos y no hablo de que sea más o menos sofisticada o que tenga mayor o menor cultura, sino de lo que su piel transmite cuando la miras. Una piel cuidada, independientemente de nuestra edad, transmite claridad, luminosidad, aunque tengamos arrugitas y líneas de expresión. En su caso está opaca, gris y en mi opinión triste. Por otro lado comprendo que es una buena estrategia comercial, porque yo lo primero que he hecho al leer la noticia ha sido entrar en la página de Tessa para conocer sus productos!
Si el rostro de Belén Esteban cambia radicalmente en los próximos meses, quizá se deba a Tessa. Quien sabe....